domingo, 4 de septiembre de 2011

El circo chino

Tras pasar unos días en el Tíbet (que han sabido a poco) nos dirigimos a Chengdu para gestionar el imprescindible permiso de entrada a la Región Autónoma del Tíbet, y no es que donde hemos estado estos ultimos dias no sea el Tíbet, lo que pasa es que este gobierno chino ha dividido su territorio en provincias robando partes al Tíbet original, en las que se permite la entrada a extranjeros.
China, abre y cierra las fronteras de la Región Autónoma para los turistas según su antojo. Este mismo año ha cerrado las fronteras en el mes de julio para los extranjeros con la excusa del 90º aniversario del partido comunista chino. El motivo de la visa parece económico más que de otra índole, ya que solo se puede gestionar através de una agencia turística con permiso oficial, que cobra también un precio exagerado. Luego, tampoco te dejan ir a tu aire, te exigen contratar los servicios de un guía (que también te lo consigue la agencia) aunque al llegar a Lhasa igual no vuelvas a verle el pelo, y un itinerario detallado de tu recorrido por tierras tibetanas, y sin todo  esto, no hay Visa.
De camino a Chengdu, tras dejar la meseta tibetana, hemos parado  en Jiuzhagou, para visitar su Parque Nacional Reserva Mundial de la Biosfera y sin darnos cuenta nos hemos visto envueltos de nuevo en el circo del turismo chino. El parque está enclavado en zona de montaña, con grandes bosques, algunos de bambú donde dicen que queda algún oso panda en libertad, pero su gran atracción es un conjunto de cascadas y lagos color turquesa que recorren más de 40 km entre sus dos valles principales.




La ruta se hace por unas pasarelas de madera montadas a lo largo de todo el recorrido y con el altísimo precio de la entrada, también están incluidos unos 5.000 chinos delante de ti, andando a paso de tortuga y tirando fotos a todo lo que se mueve, de hecho cuando nos hemos movido también se han hecho alguna con nosotros. Se recorren unos 17 km  por tramos, que se hacen realmente desesperantes y hace que este lugar, que en realidad es alucinante, pierda todo su atractivo.










Como recompensa nos llevamos  la amistad de dos jóvenes estudiantes chinos, Ema y Cheking (estos son sus nombres en ingles por que los chinos fuimos incapaces de pronunciarlos) a los que conocimos en el autobús que nos trajo hasta Jiuzhaigou, y con los que compartimos cena y habitación en la guesthouse en la que nos alojamos.


2 comentarios:

  1. ¡¡¡¡¡¡ AMIGA !!!!! que acabo de llegar de mis vacas, pero como te las cuento? Se me cae el alma a los pies, con el retraso que tenia llevo tres horas aqui leyendo y con la boca abierta.Me rio yo del National Geographi ese( como se escriba).Que pasada. Im-presionante.Bueno cariñitos que estas horas para mi son tarde asique ya me pongo al dia con vosotros. Mañana te escribo. vale? La Otero.

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  2. the crazy english man.septiembre 07, 2011 10:50 a. m.

    Hi children, my english is very poor really Marta, and how Gusano haven´´t idea, it doesn´t matter jua jua jua.I like seeing and reading your histories, more than game of trones how to tell you.I´ll hope yours come back happily I enjoy yours van jijiji, a lot of kisses Gusanito and Marta.

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