200 días. Si son 200. Un montón, un montón de inquietudes, de incertidumbres sobre todo relacionadas con el gigante soviético, Rusia.
Después de solucionar el engorroso visado ruso, asaltan un millón de dudas acerca de los trenes ,la forma de alojarse, la dificultad del idioma, la frialdad de la gente,todas esas dudas que solemos tener antes de emprender cualquier viaje, pero que en éste se acentúan y que seguro luego quedaran en nada.
Rusia, Mongolia, China, Nepal o tal vez Laos, Thailandia, Malasia y quien sabe cuantos sitios mas o quizas menos.
Esta todo inventado, y no vamos a llegar nosotros a descubrir nada. Pero no podemos evitar los nervios propios de esta gran aventura.Lo importante es empezar y luego todo vendrá rodado.
200 días, que seguro sabrán a poco, que quedan en nada al conocer a otros viajeros que viajan "un par de añitos", o de aquellos otros que llevan toda la vida viajando.
200 días a los que sacaremos todo jugo, a los que exprimiremos al máximo, y los que se irán multiplicando cada vez que los recordemos.
200 días mas, juntos.
200 días, un paso importante que esperamos que marquen un antes y un después en nosotros, en nuestra forma de entender este tiempo que pasa, que llaman vida
