domingo, 14 de agosto de 2011

Un final feliz


Diez días más han dado para mucho, han pasado un montón de cosas, un montón de buenos momentos y algunos algo más complicados con final feliz.
Dispuestos a recorrer unos 3.000 km, salimos una mañana algo fresca con la compañía de Therese y Jean Claude (franceses), un pequeño equipo de 4 al que se irán agregando mas miembros hasta un total de 12.
Los paisajes irán cambiando con el paso de los días: en la primera parte más estepa, y también alguna zona de dunas donde pasamos la primera noche. Allí nos encontramos con la segunda parte del equipo, Danielle y Andy (USA y UK), Saskia (alemana), Gérard (francés) y Andrea, una madrileña con la que comeremos la buenas migas que hemos hecho cuando regresemos.
El recibimiento de las familias cuando llegamos a sus ger sigue siendo el mismo, las mismas sonrisas, más queso de camello y leche de caballo, aunque sí que irán cambiando ciertas cosas según nos acerquemos al norte. Cambiamos los camellos por yacs y el queso por yogur.





El tiempo también va cambiando, se nota mas fresco y también aparecen las primeras lluvias, lo que complica más si cabe los desplazamientos, y hace que tengamos nuestros primeros problemillas, siempre solucionables (y con un final feliz).



Visitamos Karakorum bajo la lluvia, antigua capital de Mongolia, fundada por el idolatrado Chinggis Khaan, y su complejo de templos y seguimos dirección norte, para pasar la primera noche en las montañas junto a unas hot spring, donde se nos une Gorleta otra paisana vasca que lleva esperando entre baño y baño dos días a que la recojan.
Vemos los primeros arboles, es curioso la sorpresa que da ver unos simples arboles, pero es que llevamos ya en Mongolia mas de 15 días y hasta ese momento no habíamos visto ninguno, algo que será mas común a partir de ese momento y según nos vayamos acercando mas a las montañas del norte.
La lluvia ha hecho el camino algo complicado que obliga a los conductores a emplearse al máximo, también con pequeños contratiempos y también con un final feliz.





Seguimos camino, dirección (Tsagaan Nuur), el lago blanco, que en realidad es negro, gracias a sus fondos de lava procedentes de un volcán cercano, aquí pasaremos dos noches y sacaremos por primera vez la ropa de abrigo, olvidada al fondo de la mochila, estamos casi a 2.500 m y por la noche refresca bastante.






Dicen que si vienes a Mongolia y no montas a caballo no habrás estado en Mongolia, así que uno de nosotros no estará nunca, el otro sí, que dió un "paseo" de casi 4 horas para comer con una familia en su ger cercano al lago donde no pueden llegar los 4X4.





Aquí se unen al grupo Susiana (australiana) y Wang (coreano), con los que compartiremos vehículo hasta la vuelta a UB.
Los próximos dos días tendremos que recorrer bastantes km hasta nuestro siguiente destino, el lago khovsgol, y atravesar la cordillera Altai, por pistas que nos darán el mayor susto hasta el momento.
Era el primer día de los dos, ya habíamos parado para comer y nos quedarían alrededor de 2 horas para llegar al ger donde pasaríamos la noche, cuando en un fuerte repecho el otro todoterreno ruso que nos acompaña con la otra mitad del equipo, hace un extraño, rebota con una gran piedra, pierde tracción y empieza a ir para atrás. La pendiente hace que se vaya girando y la propia pendiente le hace volcar. El susto es grande, pero solo ha sido un vuelco, no ha rodado ni ha dado vuelta de campana. La gente está bien, no hay heridos y logramos sacarlos a todos sin demasiadas dificultades.







Mención especial para Gérard el francés que a sus 85 años sigue viajando solo y que fue el más perjudicado con algún corte sin importancia, que daba gusto verle trepar por los asientos para salir del jeep.


Gérard empezó a viajar con 65 años y ya se ha dado la vuelta al mundo 4 veces en bicicleta, se ha recorrido el continente americano desde Usuaya a Alaska y desde Alaska a Usuaya, también ha atravesado África entera, recorrido toda Asia, y todo después de los 65. Con 76 años se ha hecho el Chengdu (China)-Lhasa- Katmandú en bicicleta por la carretera de la amistad, a más de 5.000 metros de altura, la misma que queremos hacer nosotros, pero creo no podremos encontrar donde alquilar unas bicis para el paseito, así que lo haremos en bus.
Increíble el ánimo que tiene y que desprende, justo después de salir del jeep después del accidente sus primeras palabras fueron: "mucho más divertida esta parte de Mongolia, en el Gobi no había tantos baches". Gérard se ha convertido, como dice Andy en una inspiración para todos.
Así que también con esto, un final feliz
Al día siguiente llegamos tarde al lago khovsgol, los nervios del accidente han hecho tomárselo todo con más precaución y calma, e ir bastante más despacio, lo que ha hecho que el viaje se alargara en el tiempo.
Ese mismo día Jean Claude y Therese celebran su 36 aniversario de bodas, así que esa noche, después de la cena nos reunimos todos, los doce mas guías y conductores en un ger para celebrarlo con unas muy buenas botellas de vino que Jean Claude había comprado esa tarde en Morón, una población en la que hicimos una parada. Al final la velada se convirtió en un enriquecedor intercambio de canciones populares en el que ganaron por goleada los mongoles.


Jean Claude y Therese llevan toda la vida viajando de mochileros, rondan los 65 años, dos hijos y han visitado ya más de 90 países, todo un récord. Pese a su edad se adaptan perfectamente a las necesidades del grupo, se nota que tienen tablas. Therese habla muy poquito ingles y está empeñada en que todos aprendamos francés y casi lo está consiguiendo; Jean Claude ni “papa” de ingles, increíble como se desenvuelven tan solo con su idioma.
La jornada siguiente en el lago, ha sido mas tranquila, relax, que ya hacía falta, paseos alrededor del lago y bañito; bañito porque no hay quién aguante más de dos minutos en el agua que esta helada.


Por la noche, un grupo de locas coreanas, cuyo grito de guerra es “one more time” ha organizado una enorme hoguera cerca del lago, con avituallamiento de cervezas, al que nos hemos apuntado. También se han apuntado algunos locales que han visto el fuego y han traído mas vodka mongol, que por cierto no está nada bueno, y que entre “one more time" y “one more time” se ha ido acabando poco a poco. Retirada a tiempo porque parece que esto va para largo y mañana tenemos un día largo de trayecto entre baches y más baches que ya van haciendo mella.

El día de viaje transcurre sin demasiados sobresaltos, tan solo un par de pinchazos en media hora, lo que nos obliga a estar parados casi dos horas en una pequeña población, para arreglarlos ya que no tenemos más ruedas de repuesto y si pincháramos de nuevo podría complicarse la jornada.
Al día siguiente llegamos al monasterio de Amarbayarsgalant, anclado en medio de un enorme valle, de esos típicos de estas tierras, totalmente verde con colinas redondeadas hasta donde la vista se pierde. Resulta que en estas fechas se está celebrando una ceremonia especial y los alrededores están completamente abarrotados de lugareños, acampados y ataviados con sus trajes regionales. Hemos tenido suerte, esto le da un toque auténtico al lugar.















El monasterio está abarrotado de fieles y sus rezos se oyen desde el exterior del templo. Como el interior no da para más, están instaladas fuera pantallas planas de 50´ y equipos de sonido para que todos puedan seguirlo, curiosa la mezcla de progreso y tradición.
Por la noche el cielo se inunda de luces rojas, dice la leyenda que si haces volar esas enormes bolsas de papel con su fuego interior, estas limpio y cumples con las doctrinas del budismo, por otra parte si no eres capaz, deberás rezar mas y ser más estricto con tus obligaciones, la verdad es que casi todos lo consiguen y los que no, tienen más para un segundo intento, incluso para un tercero, parece que el caso es no tener que rezar mas, que por lo que hemos visto ya le dedican bastante tiempo.


Esto es una fiesta y nosotros hemos podido formar parte de ella, un buen final para nuestra ruta por tierras mongolas, tierras que nos despiden con una sonrisa.



2 comentarios:

  1. Jolin!!esta etapa supera a las anteriores!o,no?si creo q esta junto con la del Baikal son las q más me han gustado.
    Por favor darle un apretón con un besazo a ese frances octogenario de mi parte¡¡yo de mayor quiero ser como el!!!
    Las fotos alucinantes hacen q nos hagamos una idea perfecta de lo q hay por esos mundos.
    un bikiño

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  2. Que pasa?
    Bueno como estamos hablando te mando la prueba que me pides.

    El turismo es un gran invento,la tecnologia, la ostia y la censura china está out.

    Un besazo.

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