viernes, 19 de agosto de 2011

Carrera hacia la frontera


Salir de Mongolia en agosto no es fácil, o pasas por el aro de las agencias de viajes o se complica mucho la cosa.
El caso es que para comprar nuestros billetes de tren que nos sacarán del país nos dirigimos a la ticket office y nos dicen que todos los billetes para el mes de agosto destino China están agotados. Indagando un poco más, resulta que sí que te puedes hacer con ellos pero siempre a través de una agencia de viajes y claro al doble de precio. Otra opción  es currártelo un poco y por supuesto mucho más barata. Necesitamos coger un tren local hasta el pueblo mongol fronterizo. Sacar estos billetes tampoco ha sido fácil, esa misma mañana a eso de la 6:30, ya estábamos en la estación esperando cola para conseguir los pasajes, que también se acaban pronto, y a eso de las 7:30 ya eran nuestros, así que esa misma tarde nos fuimos de Ulaambaatar en nuestro tren, que dejamos ya hace casi 25 días, dirección China.
           
A la mañana siguiente llegamos a Zamyn-Uud, el pueblo fronterizo mongol, donde tuvimos que coger un jeep para que nos cruzara la frontera, acompañados de Cristina y Leire, dos chicas que conocimos en la cola de los tickets. Después de regatear un poco emprendimos, ahora sí, nuestro camino a China.
La frontera entre Mongolia y China no se puede cruzar andando, tan solo son tres km de distancia entre Zamyd-Uud y Elguin, la primera localidad china, pero  esta franja de terreno es tierra de nadie y no permiten ir a pie.

               
Sin saberlo, íbamos a formar parte de una carrera de autos de choque. En principio la frontera se abre a las 9 a.m., son las 8:30 y hay una fila bastante organizada, pero según se va acercando la hora de la apertura de la frontera, los conductores empiezan a transformarse, empiezan a salirse de la fila y comienza una carrera  por ser el primero en cruzar la frontera.
             
 No se respeta nada ni a nadie, camiones que adelantan autobuses, autobuses que chocan con los jeep, jeep que chocan, que chocan, que chocan y chocan entre ellos, todo vale, nada importa, más de un retrovisor roto, paragolpes que se enganchan con ruedas y se caen, tú me das, yo le doy al de delante más fuerte pero por aquí no pasa ni dios, y es que estos jeep tienen que volver otra vez dirección Mongolia y los trámites son algo engorroso y largos, y el que primero pase primero se vuelve.

                        
Después de casi 5h desde que nos bajamos del tren y un montón de choques traseros y laterales, nos toca. Aduana, revisión de equipaje, control de visado y pasaporte, sellito y ya estamos en CHINA.
                          
Hoy dormimos aquí, mañana cogeremos un autobús destino Datong. Hemos teniendo nuestro primer contacto con la riquísima y baratísima comida china, nada parecida al que comemos por nuestra tierra, así que pasaremos la tarde tranquilos relajándonos e intentando traducir cosas como estas 有多好,我們已經在中, que si el ruso era difícil y el mongol ni te cuento, el chino se sale.
                          

                          



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